Manzaneque 2007

Recuerdo cuando le dijiste, Ángel, que nosotros no hacíamos tiempo libre, que hacíamos espectáculo. Me pareció una fardada de las tuyas pero no carente de cierta razón. Porque el otro día, en la plaza, se vio mucho de espectáculo, junto con mucha ilusión, trabajo bien hecho, esfuerzo, horas de negociación con los chavales, el mejor grupo de pequeños jamás llevado, un pueblo unido, ocho años de experiencia, desarrollo local (por primera vez en mi vida), un proyecto elegante, sin complicaciones, bien diseñado (y mejor presentado) y un equipo de monitores que fueron de menos a más (parece que la charla sirvió de algo).

No sé, recuerdo cada año que he venido aquí de una forma especial, tanto por lo bueno como por lo malo. Los primeros años fueron increíbles, pocos recursos, todo ilusión y cuatro locos que veníamos a arreglar el mundo (Un recuerdo para vosotros, Dani, Marta y Laura. Sé que no vais a ver esto, pero esto es vuestro también). Después se perdió todo lo bueno, todo era igual, no había más que pulgas, discusiones y el fin de fiesta del año pasado que me hizo replantearme si volver o no. Se había ido esa chispa que te encendía cada vez que bajabas el coche. La habían apagado a chorro limpio. Chispa que, el otro día, a fuerza de creer en un proyecto, a fuerza de piscina, a fuerza de trabajo, volvió a encenderse.

Gracias a todos, a los monitores en prácticas por su trabajo, su ilusión y sus ganas de comerse el mundo (en especial a ti, Jhonny, por ser lo más fresco que he visto desde que me dedico a esto). Gracias a mi niña, por ser la única que me lo ha hecho fácil y que ha entendido que es esto. Gracias a los monitores, por esa currada llevando todo a vuestras espaldas. Gracias al Panda, por venir y sonreir. Gracias a Iratxe, por llevar a la recua de mulas a buen puerto y hacer que no se comieran a pecas. Gracias a todos los chavales, desde los más pequeños hasta los de la piscina. Gracias a Ángel y a Toño, el futuro es vuestro. Gracias a los canadienses, fuck, your way to burn it all its amazing. En fin, que gracias. Que nos vemos el año que viene (nunca pensé que volvería a decir esto).