viernes, 6 de octubre de 2006

Felicidades

Menuda temporadita llevamos. Mientras unos me ven estupendamente, otros menos (entre las risas, se oculta la tristeza). Y así vamos andando, poco a poco, paso a paso, mezclando el alcohol con las risas y las tapas con el llanto. Y por el día, encontrando de nuevo la ilusión que empezó en el 1999 y que al cumplir 25 nos han convertido en evento. Una foto perdida, una chica mirando los carteles cada vez que pasa, inscripciones por goteo, cambios para el jueves, malabares con los trípticos, una rubia buscando trabajo (que seguro que lo encuentra), una morena con el mejor trabajo del mundo (¿no exageras un poquito rubia?), una ausente y muchas ausencias.

¿Y la ilusión? porque estaba perdida en una maraña de crisis, problemas, discusiones sin sentido y malentendidos sin perdones. La ilusión está volviendo, está volviendo como al principio, por nuevos retos, nuevas fronteras, nuevos propósitos. Y por tener a mi lado a un equipo que aunque no se lo cree, puede. Y no sólo puede, también debe. Debe tomar el relevo, debe atreverse, dar el paso, lanzarse a la piscina, enfrentarse con los coordinadores, sustituir a esos profesores idealizados y debe, siempre, mantener viva la llama de la ilusión ahora que está volviendo. Cómo la conocí yo con una tal Ana y una tal Lidia que me porló en el 99 (que verde estaba por entonces). Como la continuamos Dani y yo (brillante animación de los Hermanos Malasombra). Y como siguió con... ¿cómo se llamaba? Ah si, Estitxu, que todavía tiene su título en el despacho (¿porque nos cuesta tan poco renegar de nuestro origen?). Y en medio de todas las crisis, infinidad de gente que se ha quedado atrás, muchas admiraciones, más de una decepción, gente nueva (bienvenidos, Javi y Laura), las mejores inspiraciones (que aunque ahora una esté en casita enferma y el otro rodeado de enanos de jardín siguen siempre al frente de nuestros deseos, miedos, inquietudes, crisis, cenas, alegrías y risas) y de mi, sólo un deseo y un consejo para los que están, estuvieron y estarán. Sacar el meollo a la vida, coger la rosa mientras podáis y siempre, volad, volad alto. Tan alto como el albatros que este año cumple 25 años.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonito!! tío yo tb creo que podemos hacer algo grande... me encanta volver a la selva, después de haber estado en una jaula... es genial pasearse y ver que la pantera es más fuerte de lo que cree.
Siento haber estado ausente este tiempo... pero todo es para bien... "déjate llevar".
Palmi

Winchun dijo...

Mu bonito tio... aunque no cojo la dinámica de decir las cosas sin decirlas... es lo que tiene ser un mendrugo :D

Anónimo dijo...

¡Qué cierto es lo que dices! Y qué gusto oírtelo (leertelo) precisamente a tí en estos tiempos revueltos para los guardianes del albatros. Quizás, efectivamente, necesitamos que seais vosotros los que tireis del carro un tiempo, con ilusión, a nuestro lado. Hablamos...

Anónimo dijo...

comienza a haber confusiones con la personalidad.
Muchos nombres no? Pero hay un truco muy fácil, una línea de actuación muy definida, que no me molesto en ocultar. No tengo nada que ocultar, o quizás sí.

Chil no necesita de nadie que le bautice. Gracias.
En según qué tribus, la ceremonia de asignación del animal totémico consistía en que el joven se perdía x días en la selva, en ayunas o con ayuda de algún que otro alucinógeno, y volvía conociendo el suyo...
Que cada uno construya su camino.

Mara dijo...

Me alegro de ver tanta ilusión ya ganas de hacerlo bien...y lo mejor de todo es que lo hareis genial, pero solo si lo dais todo y a pesar de saber lo buenos que sois pos tenies humildad (una vez alguien me dijo esto, quien será?demasiado fácil de adivinar)
mucha suerte, digo...mierda.
sed felices y a volar...como el parajito ese que teneis.
bsss